Tecnologías para la salud

(15-Ago-2013).-José es un paciente con riesgo de infarto. Su médico le ha prescrito cambios en sus hábitos de vida y el uso cotidiano de un cinturón torácico con un dispositivo que cada segundo toma 500 muestras de sus impulsos cardiacos en tres dimensiones: frecuencia, ritmo y amplitud.
El aparatito acaba de detectar una variación significativa en estos valores que ha clasificado en el nivel 3 -el más grave- y al tiempo que emite una alarma toma las lecturas de los 30 segundos previos y los 30 siguientes para enviarlas comprimidas al celular de José; un minuto después esta información de urgencia llega al expediente web de un centro de teleasistencia desde donde un especialista lo llama inmediatamente para decirle qué debe hacer y movilizar los apoyos pertinentes.
José se ha salvado.
Cardiovital es el nombre de este dispositivo de apenas 10 x 3 x 1 centímetros, pero todavía no está en el mercado. Amado Espinosa, fundador y director de Medisist, la firma mexicana que ha invertido seis años en su desarrollo, calcula que estará disponible en el segundo semestre de este año. Actualmente se está probando a nivel piloto y se gestionan ante la Cofepris los permisos correspondientes. Un grupo de actuarios diseña la forma más viable para "paquetizarlo" y cobrar el servicio según la necesidad de uso.
Medisist es una de las escasas tres o cuatro firmas mexicanas del sector de las tecnologías de la información (TIs) que han incursionado en el área médica, especialidad que tiene actualmente un alto potencial de desarrollo empresarial. Fue fundada hace 15 años por el anestesiólogo tras realizar un doctorado en informática aplicada a la medicina en la Escuela Superior de Medicina de Hannover, Alemania.
Espinosa asegura que Cardiovital será único en México. "No hemos visto ningún otro (dispositivo similar) trabajando y en un reciente congreso de cardiología en Chicago sólo había dos o tres ejemplos a nivel mundial desarrollados en Estados Unidos y Alemania".
Ingenieros biomédicos, computacionales, en microelectrónica y en comunicaciones, además de médicos, cardiólogos y especialistas en arquitectura de software, todos mexicanos, trabajaron coordinadamente para desarrollar el dispositivo.
"Queremos demostrar que en México existe el talento para generar niveles muy competitivos en la industria de tecnologías de la información (TIs)", dice Espinosa.
Las TIs aplicadas a la medicina representan un nicho de mercado importante para las empresas mexicanas del sector.
"Es un área que viene fuerte", afirma Rogelio Garza, director general de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti).
Asegura que representa, junto con las enfocadas al rubro aeroespacial, multimedia y de manufactura, "oportunidades de negocio en las que las empresas mexicanas deben poner atención, y de hecho están poniendo atención".
Dichas áreas aparecen en un "mapa de ruta" para impulsar el desarrollo del sector que hizo la Canieti con la Secretaría de Economía y el programa ProMéxico.
"Según los expertos a nivel mundial, el tema que más va a cobrar importancia en los siguientes cinco años es el de las aplicaciones móviles (para celulares, tabletas), por eso como cámara visualizamos el crecimiento de la banda ancha y pensamos que hay que apostarle a esas aplicaciones", advierte Garza.
 
 
Llega ClinicalKey, un buscador intuitivo
 
El doctor Juan Verdejo empieza a teclear infarction (infarto) y todavía no ha completado la palabra cuando en una ventana se despliegan una serie de opciones: infarto del miocardio simple, agudo, con elevación de segmento ST, factores de riesgo, procedimientos desde la electrocardiografía para diagnóstico hasta la cirugía de revascularización coronaria.
El director médico del Instituto Nacional de Cardiología (INC) utiliza el motor de búsqueda "inteligente" e "intuitivo" ClinicalKey de Elsevier, firma global de origen holandés enfocada a proveer información médica, técnica y científica que le ha pedido al especialista que comente las características de esta herramienta lanzada internacionalmente a mediados del año pasado.
"Es una herramienta extraordinariamente atractiva porque permite hacer búsquedas lo mismo por tema específico que por medicamento o por autores en un acervo de revistas y libros cuya cuantía es una salvajada", asegura.
El buscador da acceso a las más de 500 revistas y 950 libros médicos editados por Elsevier, aunados a 20 mil referencias sobre medicamentos, las 800 monografías del banco First Consult, el de Medline y 13 mil videos sobre procedimientos relacionados.
Verdejo usó esta herramienta para localizar estadísticas internacionales sobre factores de riesgo como sobrepeso y colesterol, e integrar un panorama de las enfermedades cardiovasculares que presentó el año pasado en la sesión estatutaria de la Sociedad Mexicana de Cardiología.
Asegura que además de los médicos de las áreas de atención clínica e investigación del INC, los más beneficiados han sido los 245 residentes que desarrollan estudios de maestría o doctorado porque les ha facilitado la localización y el acceso a información validada de actualidad y alta especialidad.
MedicalKey fue puesto a disposición del instituto por tres meses gracias a un patrocinio de los laboratorios AstraZeneca.
"Estamos negociando con la farmacéutica para obtener una licencia de uso por un año", dice Verdejo.
Pedro Turbay, director general de Elsevier en México, subraya que la principal diferencia entre ClinicalKey y un buscador como Google es la calidad y validez de la información.
"La información a la que accede el médico con ClinicalKey está revisada por sus pares especialistas y está certificada porque las principales publicaciones del mundo están ahí y sus comités científicos tienen un índice de rechazo de 95 por ciento del material que se pone a su consideración", explica el directivo.
Diseñada para los profesionales de la salud a partir de la colaboración de 2 mil médicos especialistas, el motor de búsqueda puede adquirirse de manera institucional o individual, con acceso a una sola especialidad o a todas.
Ya lo usan los alumnos de las universidades Anáhuac y Autónoma de Nuevo León, los médicos del grupo Ángeles, el Hospital General y de los institutos nacionales de Pediatría y Cancerología, por mencionar algunos.
Para hospitales el costo es según el número de camas y para universidades según el número de alumnos que tendrán acceso. Para un médico interesado sólo en su área, la suscripción anual oscila entre 449 y mil 248 dólares, según la especialidad.
 
 
Consulta Vía Celular
 
José es ahora una persona sin alguna enfermedad importante, pero amaneció con problemas gástricos: retortijones, diarrea, ruidos abdominales, falta de apetito y decaimiento. No tiene fiebre pero sí mucho trabajo para ese día y no puede ir al médico.
No hace falta: toma su celular y llena un cuestionario con estos síntomas que envía como SMS a un centro de teleasistencia del sector salud. El diagnóstico de gastroenteritis y la receta médica regresan poco tiempo después por este mismo medio. O, si el caso fuera grave, la respuesta podría ser la orden de asistir a los servicios de urgencias.
Esta teleconsulta que avizora Amado Espinosa -y que también podría apoyarse en las cada vez más populares redes sociales- no está próxima a implementarse pero debería incluirse en la agenda digital porque, dice el médico, sería una forma de atender eficazmente problemas leves de salud y alivianar la carga de consultas diarias de las clínicas de primer nivel (medicina familiar) del sector público.
"Tendría que estar regulada por la sociedad civil, la industria de las TIs y la Fundación Mexicana para la Salud, además del Centro Nacional de Excelencia de Tecnología para la Salud y la Cofepris", aventura.
Lo que es una realidad ya como aporte de las TIs al campo médico son los sistemas para el control de hospitales y el expediente clínico electrónico. Fermín Marín, fundador y director general de Innevo, explica que esto está regulado por la NOM-024-SSA3-2007 y es un sistema que permite a un hospital administrar la atención médica, las diversas órdenes y resultados, controlar tanto su gestión administrativa como clínica (laboratorio, disponibilidad de camas, quirófanos) y gestionar métodos de prevención en salud.
La empresa que fundó en 2002 dedicada al desarrollo de software hizo un sistema de este tipo a la medida de las necesidades de un pequeño hospital de Guadalajara, cuyo nombre se reserva por motivos de confidencialidad. Al ser a la medida, la institución ahorró al menos un 30 por ciento de lo que le habría costado adoptar un sistema comercial debido al pago de sus licencias.
"Con la implementación del sistema se simplificó la automatización de los procesos del hospital y se elevó su nivel de control, además de que se mejoró la atención brindada al paciente y la calidad de sus servicios en general", asegura el administrador de empresas por la Universidad de Guadalajara y posgraduado en alta dirección en el IPADE.
"El desarrollo de sistemas para el área de la salud es fundamental para hacer más eficientes y oportunos los servicios médicos y llegar a mayor número de personas en lugares alejados de las grandes ciudades".
Medisist también desarrolla sistemas que permiten a hospitales y médicos hacer más eficiente el manejo de información y procesos, y cuenta con un programa denominado Vital Advanced, donde además del Cardiovital se trabajan otros proyectos innovadores como el Ambulancias-Urgencias, que permite a los paramédicos estar en comunicación permanente con esta área del hospital durante el traslado del paciente y enviar fotografías y datos sobre su estado para ganar el "minuto de oro" que en el caso de accidentes resulta vital.
"Estamos integrando el clúster (conjunto de empresas de TIs) de alta tecnología en salud", dice Amado Espinosa sobre esta área de oportunidad que, como dicen los especialistas del sector, será fundamental para el desarrollo del País.
"Nuestra meta es tener al menos 10 nuevas empresas por año que se vayan incorporando a este esfuerzo".
El reto, subraya, implica lograr que los profesionales del sector se interesen y especialicen en el campo de la salud, y que desde la Canieti se diseñe un modelo de negocio y una ruta crítica para ofrecer servicios de calidad en beneficio del paciente. Se llame José o como sea.
 
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