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El efecto Trump en sus dimensiones básicas

Por: Alejandro Canales, Milenio suplemento Especial Campus página 5 |
November 25, 2016

 Usted ha visto o consultado datos nacionales, de carácter oficial, sobre los dreamers mexicanos? No los hay. Lo que hoy conocemos proviene de cálculos que han realizado diferentes organizaciones y centros de investigación, o bien, de reportes de la base de datos que construyó la administración de Barack Obama para implementar su programa de atención a los dreamers (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, por sus siglas en inglés). Esa base que ahora muchos temen utilice el nuevo gobierno para perseguir a los indocumentados que se registraron.

 

A la fecha, el mayor volumen de dreamers y de los que se registraron en ese programa son mexicanos (alrededor de 655 mil). El gobierno nacional no puede desentenderse o ignorar su responsabilidad.
El DACA comenzó desde el 2012, unos meses antes de que tomara posesión el gobierno de Peña Nieto; las deportaciones comenzaron antes y siguieron después (2.5 millones entre 2008 y 2014).

Desde entonces se comenzaron a contar algunas historias sobre esos jóvenes, con admirables logros escolares unas y muy tristes muchas otras, pero todas dramáticas y conmovedoras.

 

En marzo del año pasado, a instancias del Centro de Estudios CaliforniaMéxico se realizó el “Seminario internacional sobre dreamers y menores ciudadanos de Estados Unidos exiliados en México con sus padres deportados”. Un acto en el que algunos jóvenes relataron su experiencia y llamaron la atención de los gobiernos de ambos países sobre las dimensiones del problema. Pero no, no se tomó ninguna previsión ni pasó mucho más; ni de un lado ni del otro.

 

Respecto al plan para incrementar el número de jóvenes mexicanos estudiando en Estados Unidos y viceversa también, lo hemos reiterado, está bajo la responsabilidad del Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e Investigación (Fobesii) acordado en 2013. El gobierno mexicano se planteó que para el final de este sexenio la cantidad de estudiantes nacionales en Estados Unidos pasaría de 14 mil a 100 mil y los estadounidenses de poco más de 4 mil a 50 mil; Proyecta 100 mil se llama el programa.

 

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), lo dijimos aquí la semana pasada, justo nos informó que en este año suman 77 mil los jóvenes mexicanos estudiando en Estados Unidos (SRE. 11.11.2016). Una cifra completamente sorprendente. En el 2014, primer año del programa, dice la SRE, 31 mil mexicanos realizaron actividades académicas a nivel superior, en 2015 fueron 35 mil y la “meta para este año es de 64 mil 500 movilidades”.

 

La primera pregunta que uno se plantea es qué tipo de estudios han realizado o realizan estos jóvenes. El informe de 2014 de la SRE dice que Proyecta 100 mil: “ha movilizado a más de mil estudiantes y profesores desde 13 estados mexicanos hacia instituciones de educación superior en los E.U.A....

 

Al finalizar el primer semestre de 2014, más de 200 estudiantes recibieron visas de estudiante durante un evento en la Embajada de E.U.A. en México. Estos estudiantes forman parte de los 464 estudiantes que coordinó la AMEXCID para que iniciaran cursos de idioma inglés en julio de 2014”. (p.156). Nada más. Y sí, esas cifras son creíbles.

 

Sin embargo, en el informe del 2015 y especialmente en el de 2016, la SRE salta a las cifras de los miles y ya no aparecen cuántos fueron para cursos de inglés, semestres académicos o prácticas profesionales: “Desde su lanzamiento, en mayo de 2014, y hasta agosto de 2016, sumando los esfuerzos de los sectores público, académico, privado y social, se ha registrado la movilidad de 67,013 mexicanos” (p.176).

Una cifra increíble.

 

Si uno compara una fuente alternativa, como sería el reporte anual (“Open Doors”) sobre estudiantes internacionales que publica el Institute of International Education, ahí dice que en este año (2015/2016) los estudiantes mexicanos en territorio estadounidense sumaron 16 mil 733 (incluyendo opciones técnicas, licenciatura, posgrado o sin grado).

 

Entonces, la única posibilidad de que este año sumen 70 mil jóvenes mexicanos estudiando en Estados Unidos es incluir cualquier viaje (entrada por salida), estancia corta o las crecientes becas por un mes para aprender inglés. Eso que no cuenta en las estadísticas estadounidenses, pero que cuenta mucho para decir que se alcanzaron las metas. Por ejemplo, ahí están las muy bienvenidas becas de Universia, CANIETI o Televisa. Por cierto, su portal de solicitudes sigue sin funcionar (http://mobilitasedu.net) Lo que de ninguna forma está bien es pensar que tenemos en marcha un ambicioso programa de formación de recursos de alto nivel y de movilidad académica y que ahora, con Trump como presidente, se podrá ir a la basura. Proyecta 100 mil puede quedarse trunco simplemente porque no se puede improvisar la formación de recursos humanos y porque el presupuesto no alcanza (la SRE se quedó casi con el mismo monto) y la paridad pesodólar lo hace insostenible.

 

Tal vez las autoridades gubernamentales sí conocen los pormenores de los intercambios que tenemos con Estados Unidos, pero no estaría nada mal si comienzan por decirnos correcta y detalladamente sus dimensiones más básicas.

 

Podremos valorar qué efectos se deben al nuevo periodo que está por comenzar y cuáles son resultado de nuestra propia incapacidad UNAMIISUE/SES.
canalesa@unam.mx Twitter: canalesa99 (Articulo completo)

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